Que nazca todo como el primer jazz,
buscando la despreocupación,
desahogándote de los agrávios
jugando con las notas burlónas,
contagiando vuestra alegría,
Si sois sinceros, será hermoso,
enseñad todo lo que aprendísteis
en el conservatorio del asfalto,
donde compartísteis la dureza
y la ternura con los perros
sin dueño.