Estás ausente mi acrisolada doncella,
echo de menos tu excelsa belleza,
tu mirada tierna cual luminosa centella,
tu rostro primoroso de blanca pureza....
Me haces falta mi celestial princesa,
extraño tus dulces y rosadas mejillas,
te pido amor mío, a mi lado regresa,
o yo iré por ti atravesando mil millas....
No es fácil aceptar esta ausencia,
a mi vida devora la incertidumbre,
estar sin ti es una cruel sentencia,
mi alma se llena de pesadumbre....
Aunque el futuro sea oscuro e incierto,
jamás cambiarán mis sentimientos,
mi corazón por ti estará siempre abierto,
hasta el día que acaben mis tormentos....
(Erick Ludeña)