No hay porque pactar juramentos
sobre castillos de naipes
la más grande manifestación de la belleza ocurre;
en apenas un instante
y eso le basta para fijarse como perpetua.
Adherir adoquines
es completamente innecesario
en la naturaleza compleja; emergen muy despacio
las hojas que permanecen inmóviles ante los vientos foráneos.
El pacto es una duda disfrazada
al mundo
le sobran máscaras.