No duermo para no soñarte
No duermo para no pensarte,
No escribo para no nombrarte,
No salgo para no encontrarte,
Ni pienso, para no soñarte.
Y si escribo robas el alma,
De mis noches de tedio y calma.
Si duermo es una porquería,
Preguntando: ¿por qué te quería?
Y si apareces algún día,
Con esa, tu loca alegría,
Diré: a ti no quiero verte…
Porque tu presencia es mi muerte.
Así que marcha por eso andado,
El camino que recorriste,
Ese que tú sola escogiste
Sin pensar en lo que has dejado.