Soy feliz, me siento yo nuevamente.
Esta noche estoy tan feliz, tan entera,
que me iría descalza con el alma en mis manos,
a darte un abrazo, a besarte, a regalarte flores
y hasta cantarte estas inesperadas líneas.
¡Soy tan feliz que mi corazón me dicta versos!
¡Cuánto extrañaba este sentimiento!
¡Qué felicidad me trae tu voz con tus sabios consejos!
Porque me hiciste conocer la dicha inmensurable del amor
Y el dolor abismal del primer destructor adiós.
Te he extrañado por dos largas e infinitas décadas.
¡Qué locura, que hermosa locura!
Hoy vuelve ese amor convertido en amor de hermano
¡Y soy feliz, feliz porque has vuelto a mi vida!
¡Esta vez quédate para siempre, quédate como mi amigo, como mi hermano!