O reír o llorar, o solo nos queda hacernos
Los muertos, perplejos, los demasiados
Vivos, aún nos queda el recurso de gemir
Si se es forzado a ser testigo, el vértigo
Desde el sillón al mundo, dejar volcarse ahí
A la imagen que va tras la imagen, caer
Con todo su peso simbólico, sobre uno
Ello, mejor saltar, del vacío al vacío
Que es la idea y el pensamiento
Pero ya hay pensamiento, en vela
Esperándonos, no hay donde escapar
De esta nausea que nos nos lleva a
ninguna parte
Y ¿dónde preferentemente elegimos estar?
Lo mejor parece ser quedarse quieto
O lo peor parece ser quedarse quieto
Detenerse de golpe en la ruta inevitable
Y sentir el golpe del futuro arremetiendo
A nuestra huella, desplazando de-forma permanente
Solo queda el recurso de observar y adjudicarse
Teorías del conjunto y el azahar solo queda tanto
En tanto ¿Cuánto cuánto queda de más?
* M. Zugasti