Verano Brisas

JOSÉ GABRIEL

En aquel virreinato colonial

convivían entre otras paradojas

santidad y pasiones de burdel.

 

Cuando Túpac capturó al Corregidor,

lo pasó de inmediato por las armas

frente al odio reprimido de su pueblo.

 

La revancha imperial fue sanguinaria:

Presenció las torturas y la muerte

sufridas por sus seres más queridos.

Ni las penas ni los potros destrozaron

su entrañable valor y fortaleza.

 

Fue sin piedad decapitado

y sus miembros dispersos por los altos

y escabrosos peñascos del Perú.