Hoy me he despertado de nuevo llorando,
después de mucho tiempo te he visto mujer,
con cuanto embeleso a mí venias corriendo,
trayendo la sonrisa de aquel viejo querer.
Dormido aún, mi sueño no pude terminarlo,
la bulla del amanecer perturbo mi memoria,
mis penas a mi volvieron y quise negarlo,
pero al ver tu imagen, tú estabas en la gloria.
Dime si aún en ti vive, aquel viejo cariño,
de aquel tiempo pasado y que nunca volverá,
te fuiste una tarde y me quedé como un niño,
llorando mi pena, sabiendo que no volverás.
Hoy mi cuerpo se estremece tan solo al recordarlo,
que sueño tan divino, el que yo pude tener,
tu cuerpo majestuoso quisiste entregarlo,
más mi alma pesarosa no lo pudo entender.
Llorando estoy esta pena, recordando aquel amor,
mis lágrimas me bañan al saber que muerta estás,
pues desde tu partida me he llenado de dolor,
porque sé que tú nunca, tú nunca volverás.