Ingrid Zetterberg B.

PORQUE YO TE AMO

 

 

Tus flores variadas,

ofrenda de tus manos,

siempre están engalanando 

con su esencia,

aguardando mis miradas.

 

Yo las cuido, las podo,

les obsequio mi paciencia

y le renuevo el agua.

Lo hago con amor.

 

Y es que tus manos obreras

que se afanaron

en los fierros y en las tuercas,

porque no nos falte nada,

son el símbolo de la ternura.

 

Y aunque los años se vayan

con premura,

yo me asiré de esas manos tuyas,

fuertes y serenas.

 

Y tú, sentado en una banca

de una tarde de domingo,

me estarás esperando

por senderos de olvido.

 

Y traerás en tus ajadas manos

una flor fucsia, encendida

como humilde ofrenda

que selle nuestras vidas.

 

Te veo a lo lejos

entre la niebla

de los años viejos,

como una promesa

con tus cabellos blancos

y tu acostumbrada tristeza.

 

Y sé de pronto,

que nunca faltarán

tus amadas flores en nuestra mesa.

 

Nada temas, silencioso mío,

no te dejaré esperando;

ni se habrán de marchitar

las secretas flores

que aprisionas en tus manos,

 

porque somos uno

y porque yo te amo.

 

Ingrid Zetterberg

 

Dedicado a mi amado esposo

 

De mi poemario:

\"El azul de la vida\"

 

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