Cuando la persona es melancólica: es melancólica.
No hay con que darle.
Cuando uno cae en la triste realidad,
de que sus ojos son: pupilas de recuerdos
y nostalgias del sentir.
No puede hacer la vista gorda y negarlo.
No puede, no sentir que en su garganta
hay un “pero” atravesado,
que en sus pulmones hay “aire” de desdicha
y de sufrir.
Sin embargo, si está persona asume
que sufre de melancolía crónica y
que su corazón, envía latidos de recuerdos por todo su ser y
que sus venas son, la dicha de dicho momento;
estamos frente a un: MELANCOLICO EN RECUPERACIÓN.