Lucia Rodriguez Lopez

III. Poema del amor encontrado

El deseo no persigue cuerpos interrogantes

ni cabezas que pregunten por qué o por quién.

Como un halo que abraza sus ojos crepusculares,

la noche envuelve mi cintura

vistiendo de sueño y carne la imagen recordada.

Y la voz, sincera, se abre liberada y robusta

penetrando en el aire como el amor

entre dos columnas si una vez heridas

ahora levantadas con el pecho como arma.

Mientras me busco en un nombre

que repito constantemente,

creo sujetar entre los dedos el color del mar

y el canto azul de risa agitada

supongo acariciarlo poco a poco

en uno de esos versos pronunciados

silenciosamente, como si se tratara de algo

que no hubiera presagiado aún su rostro.

Y, mientras tanto, me encuentro en un nombre

que ni siquiera es el mío.

 

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