De nácar...
es vuestra piel señora,
aquella que apacienta
de belleza su donaire...
de nardo... el perfume
destilado de la aurora,
deshojado...
en la herida de la tarde,
de lirio... el éter
declarado en su cordura,
deslazado...
en la estepa de su duelo,
de seda...
la escarcha desbocada
en su caricia,
desnudada mansamente...
en la esencia desasida
de su vuelo.