Al final del camino
cuando llegue el ocaso
y las sombras se ciernan
y no encuentres radar.
Cuando tus piernas vacilen,
las manos te tiemblen
y necesites apoyo
me extrañarás.
Cuando el otoño sea historia,
tu vista se nuble,
y no sepas andar.
Cuando quieras llorar,
necesites consuelo,
me extrañarás.
Recordarás entonces
que mis manos te dieron
caricias sin tope,
y que fui siempre el puerto
que te supo esperar.
Entenderás que tal vez si te amaba,
pero levaste anclas
en pos de un fantasma
que tu mente indomable
quiso imaginar.
Comprenderás que partiste
tras de una quimera,
repudiando el mondo cariño
que solo yo te di.
extrañarás lo que a manos llenas
te regalé de mí.
Me extrañarás y sabrás que aún muerta
te sigo aguardando,
sentirás mi consuelo,
cuando quieras llorar.
Me extrañarás,
viviré en tu memoria
adivinarás mi presencia
tocarás lo intangible
y sabrás que estoy aquí.
consolándote siempre
como esa que amaste
y que dejaste ir.