Apaga la luz,
Abrázame
¿Qué sientes?
¿No sientes mi felicidad y mi anhelo?
¿No escuchas el “te quiero”
que mi corazón a tu oído susurra?
Justo donde estamos,
Entre la soledad, la noche,
Y el abrumador gentío de la tarde,
Me encuentro con la calma
que me trae tu presencia,
Con el fuego de tu cuerpo que,
Constante, me adormece y da seguridad…
Porque donde tú te encuentras,
El tiempo no pasa,
Y donde estoy yo,
Prefiero que nada te falte,
Pues para ti hombros me sobran,
Consuelos abundan
y cariño,
Por siempre tendré.
Somos tú y yo,
Ni desconocidos,
Ni amigos,
Ni nada después,
Tan sólo tú y yo,
Porque lo demás
¿Qué más da?
Tan sólo espero que cuando estés con alguien,
Aquel te ame siempre más que yo,
Que cuando abraces a alguien,
Te sientas mas segura que cuando lo hago yo
porque si algo espero hayas aprendido,
Es que puede haber alguien que te quiera tanto,
Como yo te quiero a ti.
Si me necesitas,
Háblame, búscame,
Escríbeme o avienta una botella al agua,
Siempre que llores estaré ahí,
Porque tu llanto es mi llanto y al final tu sufrir,
Me sufre a mi también.
Finalmente seré lo que quieras,
Un amigo, un hermano,
Un consejero, un compañero,
Un sustento o un amor de primavera.
Porque somos tú y yo,
Cuando seas feliz,
Igual lo seré,
Si me necesitas,
Ahí estaré,
Si la oscuridad reinase,
Te daría mi linterna
y si todo acabase,
Estaría ahí para recordar para siempre,
Que fuimos tú y yo,
Todo y nada
y también a la vez.