Sobrio como la estela
de luz que baña mis labios,
deseando con imperante
pasión tus besos de lavanda,
así rescatas mi suspiro
durante este atardecer gris.
Derrama sobre mi piel dulce
sudor fruto de tu vehemencia,
déjame rebosar
sobre tus curvos y
deliciosos pliegues
de tu cuerpo predilecto.
Déjame solo observar
tu delicioso entalle
y desear volar contigo
más alto que la luz de estrellas.
No dejes caer amargo pudor
sobre tu única belleza.
Que tu piel ígnea se
deje abrazar por la luz
del sol y haga desplegar
mis deseos
por la eternidad.