He despertado de un sueño, cansado.
Profundo, oscuro, Algo preocupado.
Más que sueño, reveladora epifanía.
Al fin, una vida distinta conocería.
Al fin, lo entendí y me he liberado.
Lo pierdo… Ya apenas lo recuerdo.
Ofrecí cuanto tenía, fe y armonía.
Lo que yo creía era pura utopía.
Puedo verlo ahora con desagrado.
Caminando, deshaciendo lo andado.
Desdén y olvido, era lo que sentía.
Y Tanto tropecé, que ya ni me dolía.
Tal vez, por eso tanto he tardado
en salir del laberinto desarmado.
Olvidando mí sueño lo conseguiría,
pues la vida nunca te esperaría.
Por eso ya no sufro, por eso ando
aquí, sin pena, sin duda y sin miedo.
Pero sigo soñando a mi manera,
que tú, aun pintas mi primavera.
Soy, el que un día se fue alejando.
Sin mirar atrás seguí caminando.
Tristezas y penas atrás quedarían,
aquellos sueños no se cumplirían