Basilio Dobras Ramos

BLANCA PALOMA DEL AMOR

Fue en cálido verano

no circuncidado aún por la tristeza

cuando la blanca paloma del amor

tocó con sus ardientes alas

tu alma de algodón silvestre

te dejaste conducir por apacibles jardines

donde los días y las noches transcurrieron

como sueños de niños liberados.

Te nacieron alas

para ir en pos de los secretos deleites 

arrancados a la soledad

(Virgen absorta en su silencio).

Fue por eso que el Edén que te fundaste

se pobló de música sensual, lejana,

y una extraña sensación de goce purísimo

colmó las honduras de tu ser 

y ardió la piel en sublime llamarada,

mientras se abocaba el corazón al éxtasis.