Se escapó el dragón;
Mi collar de perlas se rompió. Ahora ando recomponiéndolo, aunque creo que ya nunca conseguiré que sea igual. Quién sabe... Quizás las perlas perdidas, den alivio a mi cuello cansado, podre caminar más ligera. Aprenderé... en el fondo y en mi corazón, siempre supe y sentí, que eran tan solo un adorno. Algo con lo que rellenar un vacío, que debería haber ocupado el amor. Un vacío que se llenara, con mis tres perlas sagradas...
Pasa el tiempo muy rápido y el será quien me diga, si el dragón se merece volver.