He aquí la fruta que Ligia
No me quiso regalar
Con depurado egoismo
La fué dejando pasmar.
¿Será que así es que le gusta?
¿Así la va a saborear?
Porque es pecado muy grave
La comida despreciar.
Pero como me enseñaron
A bien por mal regresar,
A buscar fruta dañada
Iré al mercado a comprar
Para traerlas a Ligia
Y su panza regalar
Pues deduzco que manjares
Ya pasados, es su agradar.
Pero si no fué por eso
Si no que fué por guardar,
Porque es que le duele mucho
Ver comer a los demás,
Que se le pudran los ojos
Y la lengua bien atrás.
La jeta le huela a fruta
Bien pasada y contumaz.
Y cuando vaya al infierno
(Quién la querrá perdonar)
Yo desde el cielo la vea,
Bien sabroso y bien frutal,
Buen aire acondicionado,
( Bien merecido me está)
Ella bien retequemada
Condenada quedará,
a chupar fruta podrida,
Por toda la eternidad.