Vivir es ir muriendo cada día,
muriendo mientras salen a lo lejos
las blancas plañideras de la noche.
La luna tiembla sola en lontananza,
las nubes van pasando entre los cerros,
el sol descansa entonces en su alcoba,
la noche reina y calla entre los cielos…
Morir es resultado de ir viviendo,
avance hacia adelante del viajero,
aventurero libre que espejea
sus pasos tras la tarde, y descansa…
Vivir es aventura y luz del día,
morir es necesario y conveniente;
la noche es el descanso en el ocaso,
el día luminoso, una odisea…
Vivir es ir muriendo con sosiego,
disfrutar del ocaso y del silencio
cuando llega… y lo eterno.