Hugo Emilio Ocanto

*** Si un mendigo llama a tu puerta... *** °°° TEMA SEMANAL DEL CUARTEL °°° - GRABADO -

Si un mendigo llama a tu puerta…

 

Hace ya dos años que han pasado

cuando sonó el timbre de casa.

Fue una mañana de mucho e intenso frío,

Con una intermitente lluvia.

Un día invernal como el de hoy.

Me encontraba solo en casa.

Tenía la perspectiva de una gripe.

Me había tomado la temperatura

No llegando a los treinta y ocho grados.

Pero me sentía flojo de piernas,

Y con un leve dolor de cabeza.

Extraño, porque por suerte nunca me duele.

Sí esa mañana.

Atiendo por el interno el llamado.

Pregunté quién era.

Me responde una voz de niño:

¿No tiene algo para darme, señor?

Algo que le sobre, por favor.

Tengo mucho frío.

Espera un momento. – Respondí-

No tenía nada a mano.

No sabía qué dar.

El sonido de su voz, me dio una inmensa pena.

Tengo mucho frío.

Volví al teléfono.

No te vayas. Ya salgo -agregué-

Mientras me cambiaba,

Porque solo tenía puesto pijama,

Pensaba qué dar…

Vi sobre el respaldo de una silla

Una campera. No era nueva.

Pero estaba en muy buenas condiciones.

Terminé de cambiar.

Tomé un paraguas, y salí a atender.

Al abrir la puerta, me encuentro

Con un niño que supuse tendría unos diez o doce años.

Por ahora tengo esto para darte. –Le comenté-

Le entregué la campera,

Y en su rostro vi alegría.

No la tristeza que evidencié

Al abrir la puerta.

Gracias señor, me dijo.

¿No vas a la escuela? - le pregunto -

No señor, porque la escuela está inundada.

Dice la directora de la escuela que hasta

No paren las lluvias no podrán dar clases.

Lo lamento, hijo, respondí.

Pasa otro día. Voy a buscar algo más que te pueda dar.

¿Tienes hermanitos?

Sí, cuatro, señor.

Me sorprendió y emocionó la forma de responder.

Y ese “señor” me hizo conceptuar como un niño muy educado.

¿Y tus otros hermanos son menores que vos?

Dos son más chicos que yo, y los otros dos más grandes.

Pero los dos más grandes no viven en casa.

Los dos se juntaron con unas chicas.

Una va a ser mamá dentro de poco.

La llovizna se estaba convirtiendo en lluvia.

Bueno, vuelve dentro de un par de días.

Te buscaré algo más.

A los dos días, regresó.

No tenía ropas de niños.

Le entregué un par de bufandas

Y un par de zapatillas.

Las zapatillas podría usarlas tu papá, ¿te parece?

Pienso que sí. ¿Qué número son?

Cuarenta y uno- respondí-

Oh, qué bien. Es el número de mi papá.

Bufandas y zapatillas se las entregué en una

Bolsa de supermercado.

Esta vez ha sido la segunda

Que llamó a la puerta…

Y durante casi un año, hasta el pasado año,

Todas las semanas volvía.

Siempre le he entregado algo.

Mayormente algo para comer.

Las últimas veces que vino, ya venía de tarde,

Durante casi todo el año pasado.

La última vez, me dijo que se iban

A vivir a Corrientes.

Éste ha sido mi caso.

Siempre, todos los meses del año,

Todas las semanas, mendigos llaman

A nuestra puerta…

Le entregamos lo que podemos.

Y mi corazón late feliz…

Capitán DEL ESCENARIO

31-07-2018