Luis E. Calderon Romero

OYE

Oye, te estuve buscando,

anduve por mil caminos,.

subí montes,bajé valles,

miré a los cielos sin tino

Y hasta transité andurriales

apoyándome en el vino

y siempre suguí buscando

por completar mi destino

 

Hoy hicimos el contacto:

Tú por tu lado, yo el mío

para venir hasta El Carmen

con diferente objetivo.

Todo se nos hizo fácil

entre tu enredo y el mío

cuando buscando transporte,

coincidimos en el mismo.

 

¿Aun recuerdas los detalles?

El pordiosero fingido

el puente sobre los caños,

olor a peces de río

cosas grandes y puqueñas,

el abuelo de los niños

Y el chiquillo que cargaste

buena parte del camino.

 

Yo recuerdo tus detalles:

Tu voz, con rumor de estro,

tu sonrisa, un desafío,

tus dientes que nunca afirman,

si es que muerden o han mordido

que se repliegan a veces

como garras de felino

Y tu mirada, el eterno

secreto de tantos siglos.

 

Oye: Te estuve buscando

y tu búsqueda fué un rito.

Te busqué al amanecer

y el sol incendió tu sino.

Yo te busqué por las noches

y no pude dar contigo

y te quise aprisionar

entre la almohada y yo mismo

y siempre te evaporaste

como impalpable rocío.

 

Te busqué con la emoción

del marino a su destino.

La avidez del pescador

de perlas a su objetivo.

El ayer y mi mañana

mi romero y mi tomillo,

castañuelas de mi patio

perfume de blancos lirios,

libélula de ilusión

que un noche me entregó

la princesa de Darío.

 

Oye: Te estuve buscando

porque eres mi punto fijo

.Hoy me vine navegando

en un remero vikingo,

sobre mares de leyenda

a sellar mi compromiso.

Hoy me traje a los campeones

de Esparta y Grecia reunidos,

mira Elena, no habrá Troya

que pueda pelear conmigo.

 

Oye: Te estuve buscando

sin mucha suerte y sin tino

pero hoy me siento logrando

el resto de mi destino

porque tu das la confianza

que da un antiguo cariño.