Impotente
la voz
de la esperanza
se desnuda
y abre brechas
en la piel
que muerde
soledades.
Caen
dispersas
las promesas
por la pendiente
del olvido
donde juraron
no llegar
jamás.
Su plumaje de oro
el sueño no intenta rescatar
porque se quedó sin aliento
en portal sin flores
donde la copa del amor
se hiciera añicos
y el vino del placer
se evaporara.