Profunda dormida
confiada a mi lado,
cargada de nubes
de sueños extraños.
Sencilla y callada
con tímida sombra
camina a mi lado
cual si fuera sola.
Llena de dulzura
en cada mirada,
en cada latido
de cada mañana
me enseña dia a dia
lecciones del alma
que yo no sabía
que ella me enseñaba.
Me enseña a ser suyo
cada vez que me habla,
con cada caricia
que su piel regala,
y siento su cielo,
ese que ella exala
con sus ojos negros
cada vez que me halla,
buscando y buscando,
si se siente sola,
mi sombra a su espalda
casi a todas horas.