De vuelta con el corazón yerto,
solo, vago y triste...
Alimentado de celos, penetrante.
A la deriva de un tan anémico amor.
Perplejo de tus palabras efímeras
con denuedo del roce de tus labios
que regalaron noches intensas.
Y ahora, ¿qué hago?
(Sepultaré en mi piel tu abandono)
Y ahora, ¿qué sigue?
Cubierta de cicatrices, las mismas de siempre,
a tan cruel futuro.
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Autor: Lluvia B. Espinoza Morales