Todas esas intimidades
que juntos hemos vivido
déjalas reposando en el nido
de memorias sin edades,
deja que corran caudales
de erotismo y sensualidad
y que esa capacidad
de entrega con sabor a fuego
aunque mucho nos quememos
se queden en la intimidad.
Sigue ardorosa tu entrega
déjame a mi hacer lo mismo
que todo nuestro erotismo
con gran amor se festeja;
por eso amor, te digo, deja
de divulgar nuestro secreto…
mantengamos tibio el lecho
con caricias, besos, y quejidos
que quede todo escondido
en cada pliegue del cuerpo.
Te diré amor que la gente
al saber lo íntimo de nuestra pasión
pueden con malsana intensión
sentir envidia de repente,
porque esa fuerza imponente
del sexo que compartimos,
sólo tú y yo lo sentimos
en estas cuatro paredes…
por eso amor, si puedes,
¡no desnudes lo vivido!.