El mar tenía reflejos de plata, la luna
estaba como despedazada sobre el agua,
una sombra en el bosque se ocultaba.
En su mano brillaba una daga ensangrentada
había consumado su venganza, diez años en
la cárcel por algo que no había hecho, ya pagó
el culpable.
A sus pies yacía un cuerpo como un roto muñeco
en la cabeza tenía una gran brecha que sangraba
manchando la seca tierra.
En la rama de un árbol un cuervo fue testigo de
todo, son carroñeros, comen cualquier cosa, animales
muertos...pero aquel cuerpo era para el suculento,
esperaba pacientemente.
A lo lejos se oían sirenas de la polícia el hombre
dijo en voz alta, alguien me habrá visto, tengo que
escapar corriendo.
Empezó a correr como alma que lleva el diablo,
tropezó, fue rodando hasta el borde del acantilado,
y se precipitó al vacío, el mar rugía, el asesino quedo
con los ojos abiertos mirando al cielo...el cuervo descendía
mirando lujurioso aquel nuevo cuerpo.
Ya no se oían ya las sirenas, el cielo amenazaba tormenta,
un trueno seguido de un rayo ilumino la escena, los ojos
del cadáver vidriosos y abiertos, miraban como el cuervo
amenazadoramente se acercaba.
Los pedazos de la luna en el mar se agitaron..era la noche
del cuervo en su doble festín inesperado....
\'\'Cuentos y Relatos a Medianoche\'\'2015