Max Hernandez

La musa olvidada

 

La musa en silencio espera
Que aquella melodía perdida
Regrese hoy a sus oídos
Para alegrar sus tristes días.

La estruendosa caida
De una hoja seca sobre la acera,
El gélido aire en las arenas,
El triste amanecer de las tinieblas,
El gemido de un copo de nieve
Que se derrite en silencio
Al lado de una flor de primavera,
La danza de alegres luciérnagas
Adorando a la reina de la noche,
Los aullidos en luna llena,
El dulce arrullo de las olas,
El melancólico canto de las sirenas...
Todo eso, y mucho mas,
Es ahora sólo una dulce quimera.

¿Dónde estás, poeta?
¿Por qué, en amargo y triste silencio,
Se desvanecen tus marchitas letras?
¿Por qué hubiste de regresar
A tu vil y mundanal existencia?
¿Volverás, algún día, poeta?
¿Despertarán tus sueños, 
Tus anhelos, tus deseos, 
Y volverás, poniéndoles alas,
A convertirlas en bellas letras?

El estruendoso y ruin silencio
Se ha apoderado del universo.
No hay quejas ni lamentos,
Tampoco risas ni divertimentos.
Una abandonada musa espera
Que regrese a ella un poeta;
Sin sospechar siquiera
Que la mundanal vida,
La rutina y el tedio,
El egoismo y desengaño,
El vil y ruin señor dinero,
El luchar, dia tras día,
Para no morir en el intento,
Todo eso ha hecho de su corazón
Un pedazo de inerte y gélido hielo...

¿Y el corazón de poeta, 
El alma de niño aventurero?
¿Dónde quedaron los sueños?

Debajo de una fría roca
En un oscuro y olvidado hueco.

Llora la musa en silencio
Llora por el corazón de poeta
Que abandonó sus hermosas alas
Y perdió sus apasionados sueños.

Pero en lo mas profundo de su ser
Sabe que el poeta no ha muerto.
Volverán las letras! 
Las melodías alzaran vuelo!
Pronto vendrán tiempos nuevos!
La poesía nunca callará
Pues de ella se nutre la vida
De ella vive el universo entero!

Y nuevamente una gentil mano
Humedecerá la pluma en el tintero,
Y volverá a plasmar, en dulces letras, 
Sus mas bellos y apasionados sueños...

Despierta poeta, despierta,
Que tu musa, te lo está pidiendo...