El cielo apagado,
las luces de los automóviles pasan,
como si fueran estrellas fugaces.
Pensando en en las veces que fallé,
me pregunto si hice mal cuando
le dije te amo por primera vez en el auto...
o si fue él que dijo; yo también.
¿Cómo era mi vida antes de él?,
no sé, sólo sé que con él yo era feliz,
quizá él dudaba cuando se lo decía
porque se lo recordaba cada día.
Pero de verdad era feliz,
de despertar y saber que tenía su corazón,
ese corazón que dio alguna vez
y se lo devolvieron roto...
Te prometí que podía curarlo...
Yo soy la que duda si realmente lo logré.
Prometo no hacer promesas así,
y sí, por supuesto que es ironía.