Cuando a los ojos
se da la oportunidad
de ver que lo que no se cree
hay que poder creer lo que se ve,
hay que trasguedir la propia mente.
Cuando a los ojos
la vida se abre y no avisa
y se nos borra la prisa
de seguir y seguir,
quedamos ciegos de tiempo
y morimos, resucitamos
y bebemos el elixir
que se llama vivir,
hay que mirar fijamente.
Cuando a los ojos
se da la oportunidad
de deslumbrarse eternamente
hay que aprender a amar.