Mi Tejo querido,
mi amado Tejo,
vienes esculpiendo por donde pasas tu cuerpo,
cambias tu figura como si de cera fueras,
y Portugal te deja caer en su sediento mar …
pero te da igual,
porque son tus aguas las que bañan Lisboa.
Bienes desde Teruel y amoldas hasta tu nombre, Tajo,
andas por escarchadas sendas,
y en Toledo, lloras conmigo la muerte de mi hija,
sin poder pararte Tajo, sigues a mi Extremadura,
Y mi vida rueda por tus lindos márgenes, Tajo …
te confundes en el cielo con el vuelo de la cigüeña,
te guarda el buitre negro y el águila imperial
y entre encinas y alcornoques,
les das olor al lirio amarillo y a la jara,
de ti beben el ciervo y el jabalí,
y hasta las juguetonas nutrias se bañan en tus aguas,
continuas tu camino por de Santiago de Alcántara,
le das de beber al toro en Vilafranca.
Cuanta historia tienes, tanta como este mundo cruel,
pero sigues vivo Tejo,
aunque tan mal te tratamos, que no te merecemos.
P.M Pedro Monroy Gemio