La nostalgia me invade al recordar,
los sueños que teníamos de niños,
ahora de amores no correspondidos,
nos vemos obligados a olvidar.
Dando vueltas por vidas endulzadas,
tambaleándonos al compás del viento,
viviendo la vida real por momentos,
la vil generación degenerada.
Labios tiemblan al intentar hablar,
diamantes en tus ojos de cristal,
\"Dime por qué el amor duele tanto\".
Nunca he sido bueno dando consejos,
ni yo me creo mis palabras de aliento,
pero te hago reír por un buen rato.
Porque eso es lo que haría un buen hermano
¿Verdad Karelys?