Eres el ser que más amo, y el que más daño me causa.
Soy adicta a tus labios, tu voz, tus ojos, tu risa al contarme tus chistes malos, la suavidad de tu piel.
No me logro imaginar estando lejos de esa mirada de ojitos rasgados que puede ver hasta lo más profundo de mi alma. No quiero ni un instante dejar de sentir el calor de tus manos al tocarme.
Y es que me duele estar contigo y que tú no me sientas igual.
Me mata lentamente, me haces sentir vulnerable, insuficiente.
Pero más me hiere alejarme de ti.
Qué hacer cuando lo que debes hacer y lo que quieres, no es lo mismo?
Cómo arrancar mi alma de la tuya, porque cariño, estoy ligada a ti.
Mi corazón arde, palabra tras palabra, con cada gesto de frialdad, pesa cada vez más.
Y.C.R.