El bosque en llamas todavía
y la noche desnuda y fría
penetrando la alcoba de tu alma consternada.
El bosque en llamas todavía
el pozo de luz abandonado
y en sus alas lleva
el viento lastimero
un rumor de eternas lejanías . . .
¿Dónde leñador soñado
dejaste el hacha que derribó montañas?
¿Dónde, la chispa que provocó el siniestro?
Sequía, humo y polvareda,
¿a quién importa?