Y yaces meditabundo en el país de la estrella...
Y dicen que vuelas triste, como una mariposa tatuada
en el palacio de los sueños y de las rosas...
y yo sé que no es así.
Tu anhelo es de éter y de espuma. Te vences
como la sombra del milagro, del pájaro y de la piedra...
y vienes a reposar tranquilo, desconocido y ufano
junto al pelícano de la soledad...
A veces sueñas con una nueva Primavera de plata,
donde un invierno sin crepúsculo...
marchito y ciego,
apague sus días tranquilos...
entre las brumas del silencio.
( Y TÚ... SIEMPRE A MI VERA,
EN EL LAGO DESUBICADO DE LA MEMORIA ).