tibaldo

El vendedor de pescado

 

 

El vendedor de pescado

 

El crepúsculo enroscado en su cuello,

Su cabello de escamas,

Sus brazos alargados

Y su voz como con los últimos destellos de una brasa

Ya no tenía el ventarrón guajiro: -pescado freeescooo:

“Llevo lebranche, curvina, bocachico”.

Su voz se fue apagando como el tren que se aleja.

Su piel y su ropa las deshilachó el tiempo.

Apenas quedó el fantasma de su amarillenta voz

Recorriendo la calle entre Los Jardines y la Urbanización Monte Claro.

 

Autor: Tibaldo Borjas Guarucano. Maracaibo-Venezuela.