Mientras guardo mis penas entre las sombras vanas
se acongoja mi tiempo con tu sombría ausencia,
porque en mi corazón dejaste indelebles huellas
cuando cuidaste el jardín de frágil inocencia,
alumbrando con rayos de luna mi silueta.
Si yo pudiera volver a tomar tu tierna mano
y sentir la tibieza de tu longeva piel,
para volverte a encontrar y estar entre tus brazos
y dejarte mis alforjas llenas de recuerdos,
con todas las semillas que con amor sembraste.
Sin ti madre me siento en un oscuro desierto,
yo quiero sumergirme en la luz de tu conciencia,
mas si yo pudiera trascender el cenit, el éter,
o si pudiera abrir en el cosmos una puerta
que deje sorprendida y muda mi triste alma,
sin dudarlo esta vida terrenal yo dejaría.
Hugo Blair M.
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