Han pasado tantos años y aún recuerdo a los niños que tuve la fortuna de atender como educadora en el jardín de niños. Hace poco estuve en una universidad en la ciudad de Oaxaca y a la hora del receso salí a tomar un café y cuando me dirigía a la cafetería Vi a la madre de uno de los niños más traviesos que tuve, no pensé que me reconociera porque para variar con el paso de los años ahora sí estoy como Jonás me dijo un día jajaja 😊.
Al encontrarla de frente la saludé y con gran sorpresa me contestó: -Buenos días maestra Betty
-Ahhhh me recuerda!!!
-Como no recordarla maestra, gracias por toda la paciencia que tuvo con mi hijo.
- Nada que agradecer, mejor cuénteme, cómo está él?
-Muy bien maestra, de hecho vine a visitarlo, el estudia aquí
-Como, qué estudia?
-Medicina
-Eso me llena de alegría, excelente, felicidades, por favor le da mis saludos y un abrazote.
- Como no maestra, muchas gracias y usted qué hace aquí?
-Aqui trabajo,en la facultad de pedagogía, imparto clases en la maestría de ciencias pedagógicas.
-No es sorpresa para mi maestra, siempre admiré el amor a su trabajo y la paciencia que le tenía a los niños, lo que si sé es que Víctor Edwin cuando sepa que usted está aquí, la va a buscar, la recuerda con mucho cariño.
- Me va a dar muchísimo gusto saludarle y felicitarlo por sus logros, un placer señora.
Nos despedimos con un fuerte abrazo y me fuí con una enorme sonrisa y satisfacción a mi salón de clase y fue tanta mi alegría que les conté a mis estudiantes la vivencia que acababa de tener y lo que viví con aquél niño excesivamente travieso, pero esa, es otra historia...
D.R.Liaazhny🌈
Agosto-2018