YA ENTENDÍ
Ya no me importa si un día
te fuiste sin despedirte de mí,
ya entendí que no me querías herir...
pero sin querer me causaste una herida
que traspasa la médula,
una herida que ha sangrado por años,
porque tus recuerdos los dejaste sembrados,
igual a tu silencio, muy dentro de mi ser.
Tantas son las veces que me siento desfallecer,
al hacerme falta el contacto con tu piel,
tus caricias que me hacían estremecer
y tu voz que hacía eco en mi piel.
Felina