Pero lo malo es que todas estas cosas
vienen a dar en un fracaso irremediable.
León de Greiff
Pronta estuvo a financiar con sus encantos
la construcción de las murallas tebanas,
donde brillarían como soles las siguientes palabras:
Destruidas por Alejandro. Restauradas por Friné.
Posó desnuda la excelsa cortesana
frente al talento pictórico de Apeles,
y como una poliédrica Afrodita,
ante el brazo firme de Praxíteles.
Con sus pechos al viento
dando de mamar a toda Grecia.