Ya no quedan lágrimas
es tanto el dolor
de ver ahora tus plazas casi vacías
y a sus gentes arrastrando su impotencia...
Recorrí tus calles llenas de vida
los rincones del Mercado de Damasco
eran hervidero de risas,
de diálogos en árabe entre comerciantes,
del palpitar de gentes callejeando.
Caminé por las ruinas
del la antigua ciudad de Palmíra,
percibì rezumando historia
por cada hueco de sus piedras.
LLegó la Primavera Àrabe
tus gentes salieron a la calle
a gritar libertad.
Más no consiguieron nada
las protestas acabaron en guerra civil.
Desde entonces
tanto y tanto horror.
Saquèos, torturas,
violaciones, fusilamientos,
ataques quìmicos...
Pero ¿hasta cuàndo?
¿Cuàntos inocentes más?
Mi denuncia ¡contra tanto barbarismo
y tanta crueldad!
Alepo, tan bulliciosa y alegre,
ahora cuanta sin razón en tus calles
cuánta destrución,
amasijos de hierros lo cubren todo
ya van derramados torrentes
de lagrímas negras sobre el asfalto
y rìos de sangre roja en las aceras...
Mi pequeño homenaje a Siria y sus buenas gentes.
6-8-2108