Denise Arredondo

El amor

Pude observar el tipo de amor que consume sus vidas, pude observar el tipo de amor que consume sus tiempos.
Los he visto, se vuelven locos por una conexión, por un visto, por tardar díez minutos en contestar.
Los he visto dando un amor tóxico, inestable, obsesivo.
Los he visto llorar, pero un llanto enfermizo, por algo tan estúpido como lo es una conexión.
Quisiera saber en qué momento de nuestras vidas eso pasó. Cómo pasamos de un amor tranquilo, cariñoso, cálido, a un amor tan dañino.
He hablado muchas muchas veces de lo que es el amor (para mi) y dije que el amor es vida, es luz, es arte, es magia, es dar y dar bien, sin pensar en lo que vamos a recibir o si es que vamos a recibir. El amor es belleza en determinadas proporciones.
Pero mi pregunta es..
¿El amor es eso que hoy se ve?
¿Son esos celos paranoicos?
¿Son esas llamadas desesperadas y llenas de desconfianza?
¿Son esos besos que dan y juran ser solos de una persona y en cambio termina siendo de muchas más?
¿Son esos gritos enfermos o esos mensajes acumulando odio por esa última conexión?
¿Ese es el amor de nuestros tiempos?
O ¿A eso no se lo puede llamar amor?
Yo creo más en la segunda opción que en la primera.
Porque a esa desconfianza, a esa desesperación posesiva, no se la puede llamar amor.
Porque el amor es confiar, creer, disfrutar, amar sin poseer, amar es saber que no debemos atarnos a nadie, ni atar a alguien, que podemos dar y recibir, o lo contrario. Pero siempre con gotas de amor.
El amor es alegría, no tristezas, el amor son sonrisas, no lágrimas.
Hay que amar sin ataduras, sin obsesión, dejando ser y poder ser. 
Amen más y dominen menos.