Tres meses internado, mi salud desvanece.
A diario naufrago con mis ideas y suelo perderme dentro de ellas. nada importa, nadie más, no he perdido las ganas de vivir, no tengo energias, no queda nada afuera, las cosas no serán como antes.
Aprendo, mientras juego con la muerte, por momentos no logro soportar este infierno que siento, el vacio me llena al punto de la agonía.
Nadie, más que Yo, puede salvarme... es tarde, ¡no puedo pensar!, ¿pensar?, ¿por qué intentarlo?
Me parece que ayer nunca existió
Ahorita, sólo la muerte me da calor...