Permíteme decirte amiga mía
cuánto me ha lastimado tu partida,
porque al no haber una despedida
se hace más lenta mi agonía.
Despierto por la mañana
y reviso mi correo,
pero como no veo
algo tuyo, cierro la ventana
Amor que llegó en mi invierno,
amor que se fue en verano,
amor al que quise en vano,
amor que me envió al infierno.
Amor que llegaste tarde,
amor que estuviste un rato,
hoy contemplo tu retrato
y lloro ¡como un cobarde!