Menesteo

Un cuento marinero. ( SoƱandoablando mi barca y yo)

Soñando mi barca y yo

 

Paseando por la playa en una noche de estío

Mirando estrellas del cielo

Y una luna blanca y bella,

En la arena me tendí

Donde me quedé dormido.

Me vinieron unos sueños;

Recordaré como han sido:

Había una linda barca

Varada sobre la arena,

Con un llanto y una pena

Que al verla desconsolada,

Me acerqué hasta su vera

Y le hablé de ésta manera:

¿Quién te dejó aquí tan sola entre la mar y la arena

Con el rumor de las olas, cuál música de caracolas

Rompiendo sobre la orilla, barquita tan marinera?

¿No tienes un marinero que te lleve mar adentro

Para calmar tus tormentos, haciéndote navegar

Sobre las olas del mar?

Con lágrimas blancas de sal, ella habló de esta manera:

Volvíamos de la mar;

Era una noche de plata

Y con rumbo hacia la orilla,

Sobre la arena mi quilla

Allí me dejó varada.

Me abrazó con frenesí,

Y llorando cuál poseso,

Dejando en mí mura un beso

Él se despidió de mí.

¡Eso es lo que recuerdo, desde que aquí me dejara!.

Viéndola desconsolada

Quise a la barca alegrar

Hablando de esta manera:

¿Quieres venirte conmigo  a pasear por el mar?

Tengo una vela de seda

Blanca como tu escultura

Y si me dices que vienes…

Yo te la pondré de vela.

La pondré sobre tu palo,

Te sacaré de la arena,

Nos iremos mar adentro

Recordando los momentos

De hace ya bastante tiempo…

Antes que a ti te dejaran

Varada sobre la arena

Triste con tus pensamientos.

Llorando gotas de sal me decía la barquita:

…Mi deseo es navegar por aguas de esta bahía.

Y colocando la vela en el mástil de la barca,

Abriéndose a los vientos cuán alas de gaviota,

Nos fuimos hacia mar adentro con espumas por la popa.

Su proa cortando olas bañando la barca va,

Presumiendo y sonriendo entre las olas del mar.

Caían del cielo estrellas

Y… ¡la luna era tan bella!

Que a la barca hizo soñar,

Y entre sueños me decía

Como podría encontrar,

Al marinero que un día

La dejó a ella varada

Sobre la orilla del mar.

…Como también yo soñaba;

A la barca contesté

Hablando de esta manera:

En mi escuela leí un libro de poesía

Que, de ti se refería el poeta con su voz.

Hablaba… sobre una barca que dejó sobre la arena,

Toda llenita de pena en contra de su pasión.

En tierra él se quedó pendiente de una partida

Dejando tierra y barquita llenita de gran dolor.

Él se marchó triste y solo

Sabiendo que te dejaba,

Con desconsuelo y con pena

Sobre la arena varada.

Así íbamos soñando cuando ya llegó el alba

Y al despertar de mis sueños

Empapado me encontraba,

Creyendo que eran del mar

Las aguas que me bañaban.

Al mirar hacia la arena

La barquita ya no estaba,

Con sus sueños se llevó

Los míos de madrugada.

¡Así terminó los sueños de la barquita… sobre la arena varada!

 

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