Rica escarcha azucarada,
existe en tus labios rojos,
es dulce miel que me induce,
este sentimiento ignoto,
que me encadena a tu boca.
Con tu sonreír exótico,
delicioso y cautivante,
me impregnas todos mis poros,
y despacio sin sentirlo,
me encuentro ante ti, de hinojos.
Besarte es pura pasión,
despiertas un sentir hondo,
compararlo no es posible,
todo lo antiguo es bisoño,
amargo, sin atracción,
de la pasión, solo sorbos,
eres el amor perfecto,
como el tuyo existen pocos,
sabía que llegarías,
fuiste siempre amor platónico,
hoy feliz realidad,
un mágico sueño próvido,
despertó mi corazón,
de su insensible reposo.
Trémula emoción me llega,
cuando acaricio tus hombros,
tu cuello y tu dulce boca;
un impulso activa todo
mi ser, pronto se estremece,
convirtiéndose en el prólogo,
de aquella pasión que siempre,
esperé en noches de insomnio.
El destino da sorpresas,
sin duda es diestro piloto,
permite disfrutar nuestros
cuerpos, con sutil aplomo,
que nos une en total éxtasis,
disfrutando los contornos,
donde el placer aparece,
es el sensual patrimonio,
la fuerza que nos define,
como perfecto consorcio,
con mucha emoción expreso:
¡Contigo el amor corono!