Cuando uno se da cuenta ya es martes 7 de agosto con un frío que te congela los pies y una taza de café a punto de terminar.
Cuando uno mira el reloj ya son las 23:00pm y te das cuenta que el día pasó tan rápido que ni cuenta te diste que ya casi iba a terminar.
Cuando uno mira el almanaque se da cuenta que faltan cuatro meses para terminar el año y tres meses para que empiece el mes festivo.
Se da cuenta que llegan las navidades, las reuniones, otro año.
Y te pones a pensar en que tan rápido pasaron tus días, tus horas, tus noches, tus tardes, en que rápido pasaron aquellos momentos inalcanzables, que no volverás a repetir, pero que quedan en tú memoria.
Cuando miras a tus viejos y sabes que están envejeciendo pero nunca te paraste a pensar.
El tiempo vuela, quieras o no, te guste o te disguste, el tiempo vuela, y vuela tan rápido que es inalcanzable, son segundos, es un parpadeo.
Te das cuenta que hay cosas que quizás son importantes y siempre las andamos posponiendo, siempre para un \"después \"
Y cuándo es el \"después\" , el después son esos cinco minutos que se te pasaron pensando que el tiempo se pierde tan fácil, que no hay consuelo para el tiempo perdido.
No existe el después, porque el tiempo es veloz.
Hay que cambiarlo por un \"ahora\" para ser eficaz, para ir acomodando el reloj del tiempo.
Para ir viviendo y no ser preso.