Aurelio Peñaloza

Oficio de amar

La manzana se retuerce en semillas que manchan la pintura de su piel, suelen pegar luciérnagas en el cuarto donde sus almas no brillan, la meiosis de su calcio parte el charco emocional de sus dedos, entre sus brazos se perforan la lástima de nunca haber creído, las mariposas tuertas rodean sus cuerpos retocados por las ansias de volar, el veneno de sus besos cura la enfermedad de la vida, maquillan su amor en cicatrices incurables que resisten al dolor de hablarse, juran mirarse y derretirse en el laso de la unión enfrentada a la separación estrictamente muerta, sabían todo sobre el amor y ahora no saben nada. ¿El oficio de amar están peligroso que es complicado aprender a matar?