Ojos de otoño
Mientras la gente en sus hogares,
se rinde una vez más ante
la aparente muerte del sol,
afuera, un hombre camina lento por las veredas,
se envuelve de frío para dejar de llorar,
sus ojos de otoño agotado sospechan
que las hojas del piso no están muertas,
se oye algo al pisarlas, voces del pasado
las hacen regresar al árbol florecido en su pecho.