Alejandro Tapia

La lluvia en la banqueta.

 

La lluvia en la banqueta:

Banqueta lustrosa, tarde lluviosa, que toma el halo de nuestra peste.

Plaga genuina, de clase única, la que piensa que sobre las demás especies tiene ventaja.

El jazz es el soundtrack, la piel caliente de frío se moja. Y  la verdad de lo que somos se asoma al sentir sobre los ojos apretados el impacto de las gotas.

Casi se siente que se limpian los pecados y se perdonan los saldos.

En este ambiente citadino la lluvia es un ritual sagrado de bautizo, uno, que ha sido desde hace mucho violado y degradado al reino olvidado de lo cotidiano.